sábado, 3 de julio de 2010

La obesidad en los niños

El sobre peso se caracteriza o define por la presencia excesiva de grasa en el cuerpo de un individuo, un niño es considerado obeso cuando su peso sobrepasa el 20% del que debería poseer, las causas de la obesidad varían y estas pueden ser: hereditarias, alimenticias o por alguna enfermedad. A pesar de que la obesidad es considerada un problema estético por la sociedad, esta condición supera esa barrera superficial establecida por el hombre, ya que no sólo se trata de que el infante luzca físicamente atractivo, sino de los padecimientos futuros que sufrirá el niño en su vida, tanto físicos: como problemas cardiovasculares, colesterol alto, dolores en articulaciones, y psicológicos como: baja autoestima, depresión, discriminación social, que se pueden prevenir si se toman las medidas adecuadas para controlar el peso corporal.

 Por otro lado, se ha determinado en varios estudios, que los niños que son obesos entre los seis meses y siete años de edad, tienen 40 % de probabilidades de padecer sobrepeso en su vida adulta, mientras que aquellos que desarrollan esta condición entre los 11 y 13 años tienen un 70% de posibilidades, ya que las glándulas encargadas de almacenar grasa se multiplican durante estos años, lo cual, aumenta enormemente las probabilidades del individuo de ser obeso en la adultez.

Afortunadamente hay muchas formas de tratar la obesidad infantil, siendo incluso más fácil de tratar en la niñez puesto que el cuerpo esta en constante crecimiento y la grasa corporal se distribuye más fácilmente. Las soluciones para esta condición tan frecuente en los niños de diversas familias son principalmente: conseguir un nutricionista que determine una dieta que se adecue a las características fisonómicas del niño y que cubra sus necesidades nutricionales pero que no contribuya al aumento de grasa en el cuerpo, además de la dieta, una rutina diaria de ejercicios de 30 minutos también es un punto clave para estabilizar el peso en el niño, los ejercicios pueden ser caminar, nadar, o trotar. En cuanto al control de la comida es importante el apoyo familiar, en el cual los parientes deben ayudar al niño a seguir la dieta pero sin ejercer presión en él, además deben establecer un horario de comida regular para que el niño se acostumbre a él y no busque alimentos entre los periodos establecidos. En cuanto al niño, es importante que el comprenda que los lineamientos a seguir son para su propio beneficio y que se comprometa con la tarea, por ejemplo anotando todo lo que come en un diario para que así el vea el progreso que va logrando al seguir la dieta recomendada; por supuesto las estrategias a aplicar pueden variar según la preferencia del niño y sus padres o responsables.

Por último, el seguir las pautas mencionadas con anterioridad se podrá asegurar un desarrollo psicológico y físico próspero para el niño que le permitirá afrontar el mundo y desenvolverse en este de la mejor manera posible.

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